Tras muchos años de dientes largos, de ver vídeos y fotos, de leer crónicas... Tras muchos años me tocaba disfrutar en primera persona del underground en estado puro, de la cuna del House tal y como yo lo entiendo. 10 días. 6 fiestas. Multitud de DJs. Y un solo objetivo: conocer la fiesta en estado puro.
La capital mundial del house NEW YORK
Para que engañarme: no soy un turista de museos. La ciudad está muy bien, Times Square está muy iluminado de noche... Pero yo sabía cual era mi objetivo: pegarme unas fiestas entre pecho
y espalda suficiente para saciar mi sed de buena música. Así pues, aquí no veréis fotos del Empire State ni facturas de la tienda Apple: solamente respiraréis (y transpiraréis) beats, oiréis voces negras y bailaréis al son de las consonantes.
1. Danny Krivit @ 718 Sessions
En los títulos pocas veces veréis el nombre del local. La movida neoyorquina se mueve según
promotores, y no existe apego de una fiesta a un club si surge una opción mejor. En la cuarta casa de las 718 (Santos Party House) entramos hacia las 20h, y la sala ya transpiraba fiesta por todos los lados. Garito mediano, sonido de calidad, Danny Krivit rodeado de centenares de vinilos y cds y una bandera arcoiris presidiendo el escenario eran los elementos más destacados... Hasta que uno miraba la pista y veía un movimiento continuo, una mezcla de gays y heteros, negros, japoneses y blanquitos como el grupo de cinco barceloneses houseros que me acompañaba. ¿Musicalmente? Genial. ¿Técnicamente? En forma. Mezcló House, Disco y Soul sin pestañear. Sin miedo de no mezclar y bajar bpms (y sin quela pista lo acusara). Con la seguridad de tener un público erudito. ¡Qué gusto pinchar así! En la pista se mezclaban dancers “pro” (con polvos de talco incluidos para deslizarse mejor), intentos de dancer (como nosotros), locazas desbocadas y mucha chica guapa en busca de unos bailes sinmoscones alrededor. Si añadimos la mezcla de vocales, percusiones, deliciosos riffs de guitarrade la música disco y el IMPECABLE trabajo del lightjockey Ariel (el mismo de las Body&Soul)...Pues como resultado da una noche fantástica, donde puedes escuchar clásicos como “Ashford & Simpson - Found a Cure” o “Sunkids - Rescue Me (MAW Mix)” junto a novedades como el nuevo Vega & Jay Sealee con Julie Mcknight (llamado Bittersweet Love Affair) o un pelotazo con acento en la P de Dennis Ferrer: Hey Hey. Dinamita pura en la pista. Base pelín techy y potente, vocal femenino original... Lo dicho. Pelotazo. Rondando la cabina vimos ilustres como Joe Claussell (lástima que no se animara con unas mezclas) o al padre de los Martinez Bros (los nenes volvían de Europa en ese momento. Además, la fiesta sirvió como presentación del CD-Mix de las 718 Sessions (ver entrevista a Krivit en el último número). En resumen, una primera noche genial, que marcaría la pauta semanal.
2. Sting International @ One Ol’ Nasty House Party
De Lafayette Street me dirigí al 251w de la calle 30, donde tenía curiosidad por conocer como
“jugaba en casa” Sting International, ex-residente de Shelter Club que ahora promueve sus propias fiestas... ¡Y vaya fiestas! Fui solo al local por cansancio del resto de la expedición, y nada más entrar me di cuenta de una cosa... Era el único blanco de la sala. Lo que puede sonar chocante de buenas a primeras (y peligroso para los más cerrados de mente) no era para tanto “in situ”. Yo solamente daba el cante ahí por la increíble capacidad de los presentes para el baile. Quizás ha sido una de las fiestas de mi vida en cuanto al espíritu, al “vibe”, ese ente etéreo formado por la acumulación de personas con el mismo objetivo: contribuir a la fiesta aportando lo mejor de cada uno... Para mí fue realmente heavy como muchos bailaban con los ojos cerrados, tirándose por el suelo, retorciéndose... Pero siempre con ritmo. Otros portaban panderetas o shakers, silbatos... Y mientras, el jefe del cotarro, Sting International, mezclaba beats sin parar. Pocos vocales pude adivinar (entre ellos el “Love & Happiness” de River Ocean) ya que para contribuir a ese espíritu de tribu que era la fiesta, el DJ se encargaba de sacar de la maleta temas percusivos a morir, largos, con eternos subidones de percusión sin bombo e incluso algún tema de Soca. También me llamó la atención la continuidad de los bailes. En Europa, se baila el subidón del tema (o se salta) pero durante el resto del mismo el público suele ser bastante frío. Allí no hay un momento de especial reventón, sino que toda la sesión es un continuo vaivén de cuerpos, brazos y piernas. Sin duda, un mundo completamente opuesto al del House europeo. El cansancio acumulado entre las dos fiestas dominicales me hizo abandonar el club antes del cierre. El camino a casa (unos 20 minutos a pie) me sirvió para asimilar la experiencia que acababa de vivir, enriquecedora tanto a nivel musical como cultural.
3. Roots @ Cielo + 4. Rich Medina @ APT
Típico miércoles noche neoyorquino, con Louie Vega (MAW), Kevin Hedge (Blaze)... Y Rich Medina, el capo del freestyle, en la calle de al lado. Entramos primero a Cielo, poco después de
las 11 de la noche y con el garito a medio gas. Nada más entrar, una frase: “¡Joder, qué sonido!”
Espectacular. Con 2 Subwoofers, 2 full ranges (en el hueco de la pista) y 4 bocinas de medios-agudos en las esquinas (todo de la marca Funktion One) se generaba lo que yo llamo el “sonido perfecto”. Presión de graves que te atraviesa el pecho y unos medios y agudos potentes y cristalinos, pero sin distorsión ninguna y que te permiten entablar conversación sin levantar la voz. Además, el volumen y la música eran perfectos para esa hora: mucho deep mezclado con algún track soulful como “Kem - Heaven” a manos de un chico joven que no atinamos a preguntar el nombre, pero que mezclaba como los ángeles. Un rato después se puso Kevin Hedge, 50% de Blaze... Y que me apena decir que estuvo bastante lamentable. Puso 2-3 temas pasables, pero con la pista aún medio fría puso la acapella de Mr. Jack subidísima de volumen y empezó a hacer loops sin ton ni son... Y para redondear, se marcó un tridente que a estas alturas de la película nos dejó ojipláticos: Robin S - Show Me Love + Ricky L - Born Again + Fish Go Deep - The Cure & The Cause. Que lo haga yo en un bar de Castelldefels que les sacas de Pitingo y tuercen el gesto tiene un paso... Pero que lo haga un tío que debe recibir cientos de promos al mes, con un background de temazos como él... En fin, tras esa demostración de obviedad, cogimos la puerta y nos fuimos sin esperar a que llegara Vega. Por suerte, APT vino al rescate, con Rich Medina y su compañero de cabina Akalepse. APT es la abreviatura de “apartment”, y el club es eso mismo: un piso. Grande, pero un piso... Sofás y camas, un recibidor.. Y en el comedor, la cabina y un sound system digno pero no potente (la sala de abajo con Funktion One la tenían en obras). Allí vimos una grandísima sesión freestyle. 7” y 12” combinados con Serato, hiphop, funk y disco a partes iguales y mucho “funky man” jugón marcándose unos pasos de break old school. El ambiente urbano (que no del guetto) y fresco fue la perfecta contraposición al punto de postureo de cielo, con sus privados a 900 dólares la botella...
5. Ian Friday @ Libation
Sullivan Room es el nombre de la sala (si miráis su web el lineup semanal es de relumbrón) y Libation es el nombre de las fiestas del capo de Tea Party Music, uno de los sellos deep-soulful más activos actualmente. Con una clarísima querencia por la percusión y los ritmos afro pero sin
olvidar el componente vocal, Friday ha conseguido crear la fiesta casi perfecta. Sin necesidad de
invitados de relumbrón ha hecho suyos a los dancers más bestias de la escena neoyorquina,
auténticos contorsionistas del beat que conforman un cuadro espectacular para el blanquito
turista que aparece por ahí sediento de buena música y un ambiente verdaderamente underground. A nivel de “liada”, comparable al día de Sting International. A nivel musical, más vocal, con clásicos en buena medida (siempre es un gustazo escuchar “Mondo Grosso - Star Suite”), variaciones de estilo y caídas drásticas de BPM sin perder ritmo (con “Michael Jackson - I can’t Help It por ejemplo)
6. Lil Ray’s 16th Clubhouse Jamboree
DJ Lil Ray es un neoyorquino freak (en el mejor sentido de la palabra) que hace 16 años se le
ocurrió poner unos altavoces en un parque de Brooklyn y echar unos bailes con sus amigos a
ritmo de House. Tres lustros después, el segundo domingo de septiembre es una de las fechas
marcadas en el calendario como esenciales. Timmy Regisford, Karizma, The Martinez Brothers, Spinna, Barbara Tucker... Son muchos los artistas de relumbrón que han pasado por la pagoda de Prospect Park en Brooklyn. En esta ocasión las estrellas eran Karizma y Spinna, con el warmup de otros tres djs de la escena underground (Soulfinger Sam, DJ Bruno y Naeem Johnson). A estos dos últimos los vimos durante las primeras horas, mientras las decenas de
voluntarios preparaban las bandejas con carne a la brasa, verduras, pasta, ponche... ¡Y todo gratis! La única fuente de recaudación era un bote para
propinas. Este hecho deja claro el espíritu de la fiesta. En la pista (por llamarlo así) unas 100-200 personas ya se contoneaban al ritmo de los beats de Naeem, con mucho material de Peven Everett y Ian Friday, combinados con unas mezclas absolutamente perfectas. DJ Bruno optó por temas conocidos (quizás demasiado), aunque sirvió para dar la alternativa a Vincent Villiams, más conocido como DJ Spinna, que apareció por allí con su Serato, su maleta de CDs... ¡Y su hija! Era alucinante ver a la niña jugar con un kit de médicos de juguete mientras su padre movía a más de 1000 personas con temas como Peven Everett - Burning Hot o Teddy Douglas - God Created Woman. No obstante, los temas eran lo de menos. Como he comentado anteriormente lo más impactante es la continuidad, como no paran de bailar, como mezclan estilos de baile (a veces con influencias latinas, otras superafricanas, otras de danza contemporánea...), como improvisan coreografías no estereotipadas... Sin duda, la forma en la que han sido educados musicalmente y el crecer rodeados de esa misma música es la que hace posible tal nivel de espiritualidad en el baile. Os invito a ver vídeos por internet de la fiesta para que entendáis esta parrafada emocionada... Mientras, seguimos con la música y seguimos con Karizma, la estrella del lineup y que, sin duda, en los aproximadamente 60 minutos que estuvo (se nos hicieron cortísimos) puso aquello patas arriba, abajo y del revés, y sin necesidad de usar mucho su pirotecnia con el CDJ. Su nuevo edit de “The Believers - Who Dares To Believe In Me”, otro edit propio del remix de Blaze de “Saint Germain - Rose Rouge”... ¡Incluso el “Razzmatazz” de Quincy Jones! Sobradísimo de técnica e implicado en la fiesta al 200%, llamó a su compadre Spinna para finalizar el evento al ritmo de “Jackson 5 - I Want You Back (Dimitri From Paris Edit)”. La ovación del respetable y un bonus a cargo de un grupo de percusionistas
puso el broche de oro a una de las mejores fiestas de mi vida.
CONCLUSIÓN
Es otro mundo. No por técnica, por selección o por locales: por el público. Por no mirar al DJ
como si fuera una estrella de rock, sino bailar sin importar quien está en cabina. Por no valorar las gogos o el famoseo de las fiestas, sino el nivel de cultura musical de los asistentes. No por los
excelsos lineups, sino porque los DJs americanos allí sí dan lo mejor lo mejor (bueno, Kevin Hedge no). Por esto y por muchas cosas más, el viaje a New York no solo ha colmado mis expectativas clubbers, sino que no veo el momento de volver.
Como dice Johnny Dangerous en Vega Records... “New York, You know how I love you...
New York is a state of mind”.
Noticia ofrecida por la revista Deejay.
Texto by David Groove
www.ibizasonica.com